Los Hermanos de la Sagrada Familia encarnan un estilo particular de vivir y de hacer, inspirado en el carisma del Hno. Gabriel, que invita a volver el corazón al Evangelio de Jesús, leído a la luz de su experiencia familiar en Nazaret, junto a María y José.
El Hno. Gabriel supo descubrir en la Sagrada Familia de Nazaret, imagen de la Santísima Trinidad, la referencia de una modalidad de relaciones comunitarias, y quiso proponerla a los Hermanos y a las familias como inspiración para un estilo de vida cristiano que valora el amor y por tanto, la fraternidad, la humildad, la atención y la entrega recíprocos.
Este estilo que se identifica como “espíritu de familia” es el núcleo vital de la espiritualidad nazarena, una propuesta para vivir con un estilo propio la sencillez de la vida cotidiana y el compromiso cristiano.
El trabajo, la oración y el amor son las líneas constantes de este estilo de vida que se expresa en el lema: “En la oración, el trabajo y la caridad: la paz”. El carisma llama a actualizar y prolongar las relaciones familiares de Nazaret propiciando un encuentro personal con Dios encarnado en Jesús, un camino para descubrir su presencia en el trabajo de cada día, unas relaciones profundas de fraternidad y familiaridad, y un clima de paz que transforma las relaciones con Dios, con los hombres y con el mundo.
Los Hermanos de la Sagrada Familia viven este carisma, como religiosos laicos llamados a evangelizar en la Iglesia local o en tierras de misión, como animadores de la comunidad cristiana principalmente por medio de la educación cristiana, la catequesis y la animación litúrgica.
En la actualidad esa misión es compartida con laicos que desde su propia vocación cristiana son invitados a comprometerse con el mismo carisma y a vivir la espiritualidad que nace del mismo.